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desecho de lujo

desecho de lujo

Esta colección de imágenes, reflexionan sobre el artificio del estatus, el consumo como rito y la fragilidad de los símbolos. Lo que ayer definía, hoy se oxida. Lo que aspirábamos, hoy rebalsa. El lujo —ese espejismo cuidadosamente construido— aparece aquí despojado de su aura, inmerso en el mismo destino que todo lo demás: la basura. En este contraste violento entre lo glamoroso y lo putrefacto, emerge una crítica visual al espejismo del deseo en tiempos de exceso y olvido. Inspirada en la tradición de las vanitas, esta serie interpela al espectador con una pregunta fundamental: ¿cuánto de lo que veneramos es realmente valioso, y cuánto es apenas parte de un ciclo de consumo vacío? Como decía Baudrillard, vivimos rodeados de signos más que de cosas. Estos signos, antes poderosos, hoy flotan entre desperdicios, revelando su naturaleza transitoria, casi ridícula. En un mundo donde el símbolo ha desplazado al objeto, el glamour se pudre más rápido de lo que brilla.

Estas imágenes, parte de una serie aún inconclusa, reflexionan sobre el artificio del estatus, el consumo como rito y la fragilidad de los símbolos. Lo que ayer definía, hoy se oxida. Lo que aspirábamos, hoy rebalsa. El lujo —ese espejismo cuidadosamente construido— aparece aquí despojado de su aura, inmerso en el mismo destino que todo lo demás: la basura. En este contraste violento entre lo glamoroso y lo putrefacto, emerge una crítica visual al espejismo del deseo en tiempos de exceso y olvido. Inspirada en la tradición de las vanitas, esta serie interpela al espectador con una pregunta fundamental: ¿cuánto de lo que veneramos es realmente valioso, y cuánto es apenas parte de un ciclo de consumo vacío? Como decía Baudrillard, vivimos rodeados de signos más que de cosas. Estos signos, antes poderosos, hoy flotan entre desperdicios, revelando su naturaleza transitoria, casi ridícula. En un mundo donde el símbolo ha desplazado al objeto, el glamour se pudre más rápido de lo que brilla.